HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE
El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
Apocalipsis 3: 5
Estas cuatro palabras, «¡Hasta la victoria, siempre!», me impresionaron y me hicieron pensar mucho. Las vi cuando el autobús en que viajaba se detuvo frente a un semáforo en el centro de gobierno de la República de Cuba. Esas palabras hicieron vibrar de emoción a millares, quizá millones, de personas cuando el ejército revolucionario entro victorioso en las calles de La Habana. Y quizá deberían vibrar en la vida de los cristianos cuando consideramos nuestra vida espiritual.
La Palabra de Dios contiene muchos pasajes donde encontramos ánimo para nuestros momentos de lucha. Algunos de ellos son: «Prosigo a la meta» (Fil. 3:14). «He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe» (2 Tim. 4: 7). «Porque por gracias sois salvos por medio de la fe» (Efe. 2: 8). Todos estos versículos se refieren a las luchas que experimentamos a diario, y nos exhortan a seguir adelante, ¡hasta la victoria, siempre!, con nuestros ojos puestos en Cristo Jesús.
Con frecuencia sentimos que el letargo espiritual amenaza nuestra vida cristiana. Seguramente tú también has sentido en algún momento la tentación de abandonar la batalla de la fe. A veces la batalla es demasiado grande. Muchas veces sentimos que no tenemos la fuerza para mantenernos de pie en la lucha de la vida cristiana. Pero la Palabra de Dios nos ordena luchar. Debemos luchar, no para vencer, sino para que nadie nos pueda separar de Jesús. Recuerda que la victoria ya está asegurada. Nuestra lucha hoy bebe ser con nosotros mismos y nuestros pensamientos.
Quizá el enemigo trate de convencerte con palabras como estas: «Ni te molestes en luchar. Si caíste ayer en esa tentación, probablemente caigas hoy también». «Con ese pecado que cometiste hoy, quizá tu Comandante, Jesús, te condene al fusilamiento». Estas acusaciones tienen el propósito de incitarte a que abandones el campo de batalla. Pero recuerda que nuestro General, Jesús, ha prometido pelear nuestras batallas. El ya venció a Satanás y al mundo. Tú ya eres victorioso en Cristo Jesús. La batalla de la fe consiste en la lucha para que nada ni nadie nos separe de Jesús. Cree hoy que, por la gracia de Jesús, tu vida comienza hoy de nuevo. Hoy tienes el potencial de escribir tu vida espiritual de nuevo y exclamar, junto con todo el pueblo de Dios, basándote en los méritos de Jesús, «¡Vencimos!»
Que Dios te bendiga,
Julio 22 2009
¡Jehová, va a cambiar, tu historia hoy aqui!
Si tienes un pedido de oración envíalo a cieloestrellaazul@hotmail.com
Oramos por ti
hola, hermanos.
Mi nombre es jorge sequeira, me encanto lo que esta escrito en su pagina y estoy pidiendo ayuda pues estoy en una lucha muy dificil, el diablo me queire destruir y undirme en el pecado otra vez y yo no quiero.
les pido en el amor del Senor de sus oraciones.
Ella oraba por mi mucho y yo estaba muy negativo, despues que fui a un encuentro en hossana en nicaragua, el Senor me cambio por completo y cuando volvi a buscarla, ella habia empesado una relacion con una persona no cristiana.
El Senor a puesto amor en mi corazon y el quiere restaurar nuestra relacion pero el diablo la esta arrastrando pues ella se a enfriado en el Senor.
Me gustaria que me apoyaran con sus oraciones.
gracias.
como dice el libro de apocaplisis3-5 Al que venciere, sabes que cada dia debemos levantarnos con nuestra mente y corazon, dispuestos a vencer pero te has preguntado que: la mentira, la codicia, la envidia, la mentira, las pasiones desordenadas, las tristesas, los ataques del maligno en fin hay tantas cosas que tenemos que vencer pero para poder tener entrada eterna con nuestro padre hay que VENCER. BENDICIONES……
Amen!