LAS FUNCIONES DE LA LEY
Las funciones de la ley
Sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella (Romanos 3: 19).
EL PROPÓSITO BÁSICO de la ley es llevamos a Cristo. La ley señala nuestra necesidad y nos indica dónde debemos solucionar nuestra carencia. Por eso Pablo dice que el fin de la ley es Cristo. El término “fin” aquí quiere decir finalidad, no terminación. La función de la ley no termina mientras vivamos en este mundo. Somos pecadores y vivimos en un mundo de pecado. Necesitamos la ayuda de la ley para ver nuestros errores. Por eso, el apóstol dice: «Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de conducimos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe» (Gal. 3: 24).
Pero la ley, además de llevarnos a Cristo, es norma de conducta. Es decir, cuando señala lo que es pecado, también nos dice cuál es el ideal de Dios. Al indicarnos qué es lo que Dios quiere, por defecto, señala el pecado. Indica cuál es la voluntad de Dios; y si no la cumplimos, entonces estamos en desarmonía con él, lo cual es pecado. De esta manera, la ley nos lleva a Cristo, diciéndonos que estamos en desarmonía con la voluntad de Dios, que somos pecadores. Por ser pecadores, no tenemos justicia; y sin justicia, estamos bajo la ira de Dios.
Al mostrar el ideal de Dios y señalarnos el pecado, nos indica lo que debemos hacer. Pero la ley no va más allá. No tiene poder para ayudarnos a obedecer. Ese poder es dado por Dios, y viene de otra fuente. Así que la ley tiene dos funciones importantes: Indica el ideal de Dios para la familia humana, lo que la hace norma de conducta, y señala lo que no está en armonía con la voluntad divina, es decir, el pecado.
Meditemos en esto: «Mediante la ley los hombres son convencidos de pecado y deben sentirse como pecadores, expuestos a la ira de Dios, antes de que comprendan su necesidad de un Salvador. Satanás trabaja continuamente para disminuir en el concepto del hombre el atroz carácter del pecado» (Mensajes selectos, t. 1, p. 256).
Que Dios te bendiga,
Pedidos de oración al cielo77014@hotmail.com
Agosto, 11 2010