«Mi madre me gritó que podría matarnos»
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos:
«Tal vez mi madre me ame, pero yo no le agrado y ella tampoco me agrada a mí…. A los veinte años de edad me mudé de ciudad, pero los problemas de mi familia no han dejado de perseguirme. Mi madre viene a visitarme algunos meses al año.
»Mi papá y ella no se quieren ya. Ella espera que me ponga de su lado y lo odie, pero no lo haré porque lo amo y lo entiendo. Debido a eso mi madre me gritó, me insultó e incluso dijo que podría matarnos a mí y a mi padre. No sé si lo dijo por el calor del momento, pero rompió mi corazón.
»Ya no quisiera verla. Me hace daño. He pasado por cuadros depresivos serios hasta el punto de no hallarle sentido a la vida. He superado todo eso, pero temo una recaída.»
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«¡Cuánto sentimos lo que ha tenido que soportar! Muchas personas tienen desacuerdos con sus padres, pero lo que usted describe es mucho más serio que un desacuerdo.
»Para comenzar, es en definitiva indebido pedirles a los hijos —incluso cuando ya son adultos— que favorezcan a una de las partes en un conflicto matrimonial. En el lamentable caso de la disolución de cualquier matrimonio, el padre y la madre deben hacer todo lo posible para no involucrar de ninguna manera a sus hijos, aun si los hijos ya son adultos.
»Ya está bastante mal que su mamá le grite y la insulte, pero el que amenace con matarla a usted es una señal de peligro a la que debe prestarle atención. Aun si usted cree que ella jamás cumpliría la amenaza, el solo hecho de que haya sido capaz de pronunciar esas palabras demuestra que no tiene un ápice de dominio propio. Usted tiene razón para creer que corre peligro con ella.
»Aunque será difícil, le recomendamos que hable con su mamá o le escriba acerca de esto. Dígale que la amenaza de muerte de parte de ella fue una señal que le indicó a usted que no puede verla ni hablar con ella en absoluto por lo menos en seis meses, y que después de los seis meses, si ella no es capaz de mostrarle respeto, usted se negará a verla por seis meses más.
»Antes de hacerlo, esté muy segura de que está determinada a cumplirlo. No importa lo enojada que ella se ponga o las mentiras que les diga a otros… no deje que ella la manipule. Si usted le da otra oportunidad, la relación entre las dos empeorará en vez de mejorar.
»En cuanto al mandamiento bíblico que dice que se debe honrar a los padres, en el caso suyo puede honrar a su mamá al no insultarla y no hablar mal de ella a los otros familiares. Honrarla no quiere decir que usted debe dejar que ella la maltrate y amenace con matarla. Y no quiere decir que usted debe dejar que ella la visite, ni que debe contestar el teléfono cuando ella la llame.»
Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El consejo completo puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 684.
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
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