«Palabra suelta no tiene vuelta»
Imagen por Gatorgoon
«Soldado más que cortesano… don Sebastián hacía esfuerzos sobrehumanos para disimular la rudeza de su educación, y que en sociedad no se le escapasen palabras… de cuartel —revela Ricardo Palma acerca de este protagonista de una de sus populares Tradiciones peruanas—. A pesar de lo áspero de su corteza… [el brigadier se enamoró] de una de las más bellas y aristocráticas damas de la ciudad… a la que bautizaremos… con el nombre de Manuelita —continúa el célebre escritor peruano—….
»Rico… con un título de Castilla, caballero… de gallarda figura y bien reputado… don Sebastián [se ganó] el aprecio de los padres de la joven; y éstos, sin consultar la voluntad de la doncella, [lo cual en aquellos tiempos era lo normal], le [concedieron] su mano. Manuelita… dijo que, aunque no estaba [enamorada] del galán, tampoco tenía por qué desdeñarlo, y que siendo tan del gusto de sus padres, [debía ella consentir]….
»[Así que hicieron] los preparativos [para la boda, que se realizó] en casa de los padres de la bella…. [En la mesa de bufé sirvieron los mejores vinos], y …el brigadier [quedó tan embriagado que]… poniendo… la mano sobre la… garganta de la novia, dijo dirigiéndose a sus amigos: “¡Ah, pícaros! ¡De fijo que se les hace a ustedes la boca agua y que me envidian este bocado de rey! Y tienen razón… porque… me llevo la más linda [mujercilla] de la ciudad.
»La orgullosa Manuelita lanzó sobre su novio una mirada de profundo desprecio, [se levantó] indignada y fue a encerrarse en su alcoba…. [Fue inútil] el empeño de los padres para que Manuelita perdonase a su marido y lo siguiese al domicilio conyugal. Don Sebastián… rogaba y prometía sujetarse a la penitencia que la joven quisiera imponerle en castigo de sus torpes palabras. [Pero] Manuelita se obstinó en no perdonarle….
»Tres días antes del aniversario de su matrimonio, la madre de Manuelita le suplicó llorando que cesase en su rigor [hacia] don Sebastián. “Bien, madre y señora, será usted complacida —contestó la joven—. En público fui ofendida, y en público ha de tener reparación el agravio. Convide usted a todos nuestros amigos para un baile.”
»… Llegó la noche del baile, y… la joven [se presentó] con el traje de novia…. El [enamorado] brigadier [le] extendió la mano para… conducirla al centro del salón; pero ella lo recibió en sus brazos, murmurando en sus oídos…: “Hay agravios que no admiten perdón, sino venganza.” Y el brigadier se desplomó sobre la alfombra, estremeciéndose en las convulsiones de la agonía. Manuelita le había traspasado el corazón con un puñal.»1
¡Qué título tan atinado el que le puso don Ricardo a este cuento: «Palabra suelta no tiene vuelta»! Es una magnífica ilustración, no sólo de ese refrán sino también de la primera parte del proverbio del sabio Salomón que dice: «Hay gente cuyas palabras son puñaladas».2 Sólo falta que determinemos aplicar en nuestro diario vivir la última parte, que dice: «pero las palabras del sabio traen alivio».3
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
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1 | Ricardo Palma, «Palabra suelta no tiene vuelta», Tradiciones peruanas (Cuarta serie), Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes <https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/ tradiciones-peruanas-cuarta-serie–0/html/01559f44-82b2-11df-acc7-002185ce6064_11.html> En línea 18 septiembre 2022. |
2 | Pr 12:18a (RVC) |
3 | Pr 12:18b (NBV, NTV) |