Sin mirar atrás

El capítulo 19 del libro de Génesis cuenta la historia de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Una destrucción que llegó como consecuencia de la abundancia de pecado que había en ese lugar. Pero en el capítulo anterior, nos encontramos con un Abraham que intercede por las gentes de allí, pidiéndole al Señor que si fuera por un solo justo que allí estuviera  no destruyera la ciudad, mas no hayó el Señor ni uno, ni siquiera su sobrino Lot, qué triste, ¿no?. No obstante, el Señor tuvo piedad de Lot y envió ángeles para que preservaran su vida y la de su familia, incluyendo lo que tenía (Génesis 19: 12 – RVR1960), aún la destrucción de esa tierra era inminente, no había nada que detuviera ese juicio.

En todos estos sucesos, había una advertencia para Lot y los suyos: NO MIRES ATRÁS (Génesis 19: 17 – RVR1960). Sin embrago, nos preguntamos ¿por qué?. En el plano espiritual, al creyente no le conviene mirar atrás, porque tras sí hay un pasado que no agrada al Señor. Mirar atrás retrasa los planes que el Señor tiene para ti, e igualmente las bendiciones que ya fueron decretadas para tu vida, las cuales entran en un estado de “canje”, y no se pueden materializar hasta tanto no nos alineemos con la voluntad de Dios Padre. Y es que por alguna absurda razón nos gusta mirar atrás para recordar cuántas novias(os) tuvimos, cuántos bares visitamos, cuántas borracheras “nos pegamos” con los amigos, etc, recuerdos que, de una u otra forma, nos hacen recordar al viejo hombre, aquel que que un día sepultamos simbólicamente con el bautismo en agua. Y así volvemos acariciar al mundo, y es como si estuviéramos una vez más conectados a él. Es por ello que, el Señor nos recuerda en 2 Corintios 5: 17 – RVR1960 que, “LAS COSAS VIEJAS PASARON, HE AQUÍ TODAS SON HECHAS NUEVAS”.

Del mismo modo, la Palabra nos sigue enseñando en Génesis 19: 26 – RVR1960 que, la mujer de Lot desobedeció la orden de no mirar atrás, y a sus espaldas, lo hizo, por lo que fue convertida en estatua de sal. ¿Qué tanto apego tenía la mujer de Lot por aquel sitio? ¿Qué tanto apego tenía por las cosas materiales, sus amistades, criados(as)? ¿Por qué se aferró tanto al recuerdo de lo que dejaba atrás que no le importó la advertencia? Así, como la mujer de Lot, muchos creyentes batallan día tras día con ese fantasma, el pasado. Mirar atrás es igual a estar con un pie dentro de la iglesia y otro fuera de ella, ¿por qué aún te aferras al pasado?.

La reflexión de hoy es SIN MIRAR ATRÁS. ¡Basta ya! De nada sirve recordar a ese viejo hombre que ya sepultaste, mas bien “olvida ciertamente lo que queda atrás, y extiéndete a lo que está delante, prosigue a la meta” (Filipenses 3: 13-14 – RVR1960), “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de tu fe” (Hebreos 12: 2).  Basta de acariciar el mundo, corta el cordón umbilical y enfócate en seguir adelante sin mirar atrás, porque delante de ti hay un mundo de planes y de bendiciones que Jehová Dios ya decretó para ti, solo que están en canje esperando por ti.

Dios te bendiga poderosamente en este día. No olvides compartir el mensaje a otras personas, sé de bendición tú también hoy.

Bajo la guía del Espíritu Santo,

Sergio Meza Padilla

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