SODOMA

Sodoma

La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual (1 Tesalonicenses 4: 3).

EL SÉPTIMO MANDAMIENTO CONDENA también la homosexualidad. Es un pecado muy grande, porque no solo atenta contra el mandamiento moral de Dios, sino que es una violación de la ley natural. En la ley de Moisés, se condenaba con la muerte: «Si alguien se acuesta con otro hombre como quien se acuesta con una mujer, comete un acto abominable y los dos serán condenados a muerte, de la cual ellos mismos serán responsables» (Lev. 20: 13). El apóstol Pablo considera la homosexualidad como una de las degeneraciones morales de la raza humana: «Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. Asimismo los hombres dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en sí mismos recibieron el castigo que merecía su perversión» (Rom. 1: 26, 27). Para el apóstol la inmoralidad sexual es producto de la naturaleza baja que él llama carne: «Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje» (Gal. 5: 19).
El apóstol Pablo estaba seguro de que quienes practican estas desviacio­nes sexuales no tendrán cabida en el reino de Dios: «¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexua­les […] heredarán el reino de Dios» (1 Cor. 6: 9, 10).
Otra aberración sexual contra la naturaleza, condenada por el espíritu de este mandamiento, es el bestialismo: «Si alguien tiene trato sexual con un animal, será condenado a muerte, y se matará también al animal. Si una mujer tiene trato sexual con un animal, se les dará muerte a ambos, y ellos serán responsables de su muerte» (Lev. 20: 15, 16).
Meditemos: «Satanás está haciendo esfuerzos soberanos para involucrar a personas casadas, niños y jóvenes, en prácticas impuras» (Mente, carácter y personalidad, i. 1, p. 233).

Que Dios te bendiga,

Pedidos de oración al cielo77014@hotmail.com

Julio, 15 2010

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