TODOS LOS ADVENTISTAS SE DURMIERON

Todos los adventistas se durmieron

Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Mateo 25: 5

Manoa preguntó por el nombre del ángel porque pensaba que era un profeta. Deseaba saber de qué tribu era. Quizá para llamar al niño como él. O para recomendarlo a otros que también necesitaban instrucción y consejo divino. También deseaba honrarlo, quizá enviándole un presente, un regalo, lo cual se hacía con toda persona importante. Es posible que también deseara devolverle la visita.
Pero el ángel se negó a satisfacer su curiosidad. Recordemos que cuando Jacob le hizo la pregunta al mismo ángel, este le respondió: «¿Por qué me preguntas por mi nombre?» (Gen. 32: 29). Recordemos que cuando Jacob comprendió que con quien había estado luchando era un visitante celestial, le preguntó su nombre, pero el ángel no se lo dijo. Pero a Manoa le dijo por qué no se lo decía: «Porque es maravilloso». Otra versión dice: «Porque es secreto». La pregunta de Manoa era honesta y sincera. No obstante, el ángel no le contestó. Cuando pidió instrucciones para cumplir su deber, no se le negó la información. Pero cuando preguntó para satisfacer su curiosidad, se le negó la respuesta.
La razón por la cual Dios no revela su nombre es porque es incomprensible para el hombre. «La palabra hebrea peli es un adjetivo que significa “maravilloso”. La forma sustantivada de la misma palabra se traduce “admirable” en Isaías 9: 6. La palabra indica algo extraordinario, inefable, que está más allá de la comprensión humana. La mejor ilustración del significado de esta palabra se encuentra en la forma como se usa en Salmo 139: 6: “Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender”. Otra forma de la misma palabra es la que aparece en Job 42: 3: “Cosas demasiado maravillosas para mí». Manoa no era capaz de comprender el nombre del ángel» (Comentario bíblico adventista, t. 2, p. 384). Y es que el “ángel” era Dios, era Cristo.
La palabra hebrea peli también significa milagro. Eso explica más todavía a Dios. Su nombre es milagro. Jesús siempre fue admirable y milagroso. Todavía sigue siendo milagroso. Cada día obra en nuestro favor para salvamos, sustentarnos y prepararnos para vivir con él por la eternidad. No podemos comprender el nombre de Dios. Nadie lo conocerá perfectamente ni siquiera en la eternidad, porque conocer eí nombre es conocer perfectamente a quien lo lleva.
Preparémonos para conocerlo en todo lo que sea posible, ahora y en la eternidad. Abril 9 ¿Ponerle condiciones a Dios?

Porque la perseverancia os es necesaria, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque un poquito más y el que ha de venir vendrá y no tardará. Hebreos 10: 36, 37

Después de una larga vida esperando la segunda venida de Cristo los cristianos deben ser perseverantes y continuar a la espera. No es fácil, especialmente para aquellos que han comprometido su vida en la batalla de la fe. No es fácil para aquellos que lo han dado todo por causa del reino de Dios. No es fácil para aquellos que han dedicado su vida a proclamar la inminencia de la venida del Señor.
Dicen que un día, en la iglesia, Robertito era todo oídos. El pastor estaba hablando de la proximidad de la segunda venida de Jesús, y de la necesidad de hacer sacrificios para “terminar la obra” y apresurar el advenimiento del Señor.
Robertito estaba sumamente impresionado. Después del culto, Robertito se fue corriendo a su casa, tomó su alcancía, sacó todo el dinero, y se lo dio a su mamá.
—Mamá —dijo Robertito con fervor—, quiero que Jesús venga y quiero ayudar a terminar la obra. Toma este dinero y úsalo para Jesús.
Cada noche Robertito oraba seriamente pidiendo que Jesús viniera pronto. Cada mañana corría a la ventana para observar el cielo.
—Creo que va a venir hoy. Sí, hoy, mamá. Decía con muchas esperanzas.
Pasó una semana, más o menos. Jesús no vino. La fe de Robertito fue severamente probada. Una mañana, después de mirar desilusionado por la ventana, corrió hacia su mamá con determinación, y le dijo:
—¡Mamá, mamá! —exclamó—. Jesús no viene. ¡Quiero que me devuelvan mi dinero!
No así, pero en otra forma, podemos ponerle condiciones a Dios. Si no vienes este año, comenzaré a «comer y a beber con los borrachos y a herir a mis hermanos». La capacidad de esperar contra toda esperanza es una característica del cristiano. Abraham se esforzó en fe y creyó «contra toda esperanza» que Dios le devolvería a Isaac cuando lo sacrificó en el monte Moriah (Heb. 11:17-19).
Se enfría el amor. Se cansa el ánimo. Perder la esperanza de la venida de Cristo es perder una gran motivación para caminar por fe. Por eso es tan importante el consejo de nuestro texto de hoy. La paciencia es necesaria. Y la perseverancia también.
Renueva tu esperanza hoy. Toma la decisión de revisar tus creencias cristianas. ¿De verdad crees que el Señor vendrá como lo prometió? Si es así, espéralo con paciencia, porque «el que ha de venir vendrá y no tardará». Dios te bendiga; Abril, 14 2009¡Cristo ya viene… ya viene por ti!Si tienes un pedido de oración envíalo a cieloestrellaazul@hotmail.com Estamos orando por ti.  

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  1. patricia garcia

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