A DIOS SEA LA GLORIA

La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera y en este lugar daré paz.

 La casa que ha de edificarse al Señor será de gran magnificencia, de renombre y de gloria por todas las tierras.

Los sacerdotes no podían entrar en la casa del Señor, porque la gloria del Señor llenaba la casa del Señor.

Jesús respondió y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.

Pero El hablaba del templo de su cuerpo.

Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.

Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes El se complace.

Príncipe de Paz.

Porque El mismo es nuestra paz. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.

Hag.2:9  I Cr.22:5   I  Cr.7:2   Jn.2:19, 21   II Co.3:10   Jn.1:14   Heb.1:1.2   Lc.2:14   Is.9:6   Ef.2:14   Fil.4:7

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