El lagar lo he pisado yo solo.

¿Quién como tú entre los dioses, oh Señor? ¿Quién como tú, majestuoso en santidad, temible en las alabanzas, haciendo maravillas?

Vio que no había nadie, y se asombró de que no hubiera quien intercediera. Entonces su brazo le trajo salvación, y su justicia le sostuvo.

El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.

…habiéndose hecho maldición por nosotros.

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas, su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.

Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él.

Debido a la angustia de su alma,  Él lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo,  mi Siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos.

Marcha, alma mía con poder.

Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte.

Is. 63:3   Ex. 15:11   Is. 59:16   I P. 2:24   Gal. 3:13   Sal. 98:1   Col. 2:15   Is. 53:11   Jue. 5:21   Ro. 8:37   Ap. 12:11