ESCUCHASTE MI SUPLICA

 

 

 Y yo alarmado, dije: ¡Cortado soy de delante de tus ojos!
Empero tú oíste la voz de mis súplicas cuando a ti clamaba.

Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde hacer pie; he llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me anega.

Cubrieron las aguas mi cabeza, dije: ¡Estoy perdido! Invoqué tu nombre, oh SEÑOR, desde la fosa más profunda. Tú oíste mi voz: No escondas tu oído a mi clamor, a mi grito de auxilio. Te acercaste el día que te invoqué, dijiste: No temas.

¿Rechazará el Señor para siempre, y no mostrará más su favor? ¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Ha terminado para siempre su promesa? ¿Ha olvidado Dios tener piedad, o ha retirado con su ira su compasión? Entonces dije: Este es mi dolor: que la diestra del Altísimo ha cambiado. Me acordaré de las obras del SEÑOR; ciertamente me acordaré de tus maravillas antiguas.

Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR en la tierra de los vivientes.

Sal.31:32; 69:2 Lam.3:54-57 Sal.77:7-11; 27:13


Comparte:


Sin comentarios

Dejar comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *