JESUS, EL HIJO DE DIOS

De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia.

Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él.

¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos!

.. su Hijo a quien designó heredero de todo, y por medio de él hizo el universo.

Y si somos hijos, somos herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria.

El padre y yo somos uno.

El Padre está en mí, y yo estoy en el Padre.

Mi Padre,  es Padre de ustedes; … mi Dios,  es Dios de ustedes.

Yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad.

La iglesia… que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.

Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para santificación.

Jn 1:16  Mt.17:5  I Jn.3:1  Heb.1:2  Ro.8:17  Jn.10:30,38  Jn.20:17  Jn.17:23  Ef.1:22,23  II Co.7:1

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  1. ma. carmen moran

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