JESUS SUFRIO POR NOSOTROS
Pero quiso el SEÑOR
quebrantarle, sometiéndole a padecimiento.
Ahora mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: “Padre, sálvame de esta hora”? Pero para esto he llegado a esta hora.
Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y le he glorificado, y de nuevo le glorificaré.
Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por eso el Padre me ama, porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo.
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
La copa que el Padre me ha dado, ¿acaso no la he de beber?
Y El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago lo que le agrada. Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.
He aquí mi Siervo, a quien yo sostengo, mi escogido, en quien mi alma se complace.
Is.53:10 Jn.12:27,28 Lc.22:42,43 Fil.2:8 Jn.10:17; 6:38; 18:11; 8:29 Mt.3:17 Is.42:1