CRECEMOS…NO NOS MARCHITAMOS
Los árboles del Señor se sacian.
Seré como rocío para Israel; florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como los cedros del Líbano. Brotarán sus renuevos, y será su esplendor como el del olivo, y su fragancia como la de los cedros del Líbano.
Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto.
Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor; humillo al árbol elevado y elevo al árbol humilde; seco al árbol verde y hago reverdecer al árbol seco. Yo, el Señor, he hablado y lo haré.
El justo crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa del Señor, florecerán en los atrios de nuestro Dios. Aun en la vejez darán fruto; estarán vigorosos y muy verdes,
Sal. 104:16 Os. 14:5,6 Jer.17:7,8 Ez.17:24 Sal.92:12-14