SIN JACTARSE

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No nos hagamos vanagloriosos.

Les dijo también Gedeón: Quisiera pediros que cada uno de vosotros me dé un zarcillo de su botín (pues tenían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas). Y ellos dijeron: De cierto te los daremos. Y tendieron un manto, y cada uno de ellos echó allí un zarcillo de su botín. Y Gedeón hizo de ello un efod, y lo colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina para Gedeón y su casa.

Pero tú, ¿buscas para ti grandes cosas? No las busques.

Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne.

Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo.

El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido.

Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí.

 

Gal. 5:26   Jn. 8:24,25,27   Jer. 45:5   II Co. 12:7   Fil. 2:3   I Co. 13:4,5   Mt. 11:29

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