TU MISION
Tu misión
Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?
Jueces 9:8,9.
Sabiduría es saber para qué sirves y por qué estás en esta tierra. Conozco personas desesperadas por escalar puestos, y no miden consecuencias para alcanzar sus objetivos. Jamás piensan si tienen talento para realizar el trabajo que ambicionan; lo único que les importa es alcanzar el cargo deseado, sin preguntarse si Dios los ha llamado para ese trabajo. Después se frustran, y frustran a los demás. En el fondo, se saben derrotados, y tratan de disimular la derrota con manifestaciones de autoritarismo.
La parábola de hoy muestra, alegóricamente, la sabiduría del olivo. ¿Ser rey? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Solo porque todo el mundo quiere serlo? No. ¡Déjenme tranquilo en mi misión como olivo! Dios me dio la capacidad de producir aceite, y lo haré bien hecho hasta el fin de mis días.
Una de las bendiciones de vivir en compañerismo diario con Jesús es que te sientes realizado y feliz cumpliendo tu misión. El amor de Jesús llena tu corazón de tal forma que no andas mirando a los lados para ver quién tiene qué o quién llega hasta dónde. Solo miras hacia adelante, y corres en el cumplimiento de tu misión. El resultado es que todos llegan, y las personas que conviven contigo también son felices porque, cuando todas las piezas de un automóvil funcionan a la perfección, el vehículo marcha bien.
Hoy es un día de nuevos desafíos. Tus retos no son los del otro. No quieras hacer el trabajo del otro y descuidar el tuyo.
Detente, piensa y medita. Sé consciente de tu misión, sin importarte si el trabajo de tu vecino es más bonito o más encantador que el tuyo. No te compares con nadie: Dios te hizo único en el mundo. Simplemente, cumple con tu misión y descubre una dimensión de la vida más significativa y fascinante. ¡Ah!, y no te olvides que “Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?”
Corazón sabio
Da pues a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? 1 Reyes 3:9.
Lucía tiene 25 años, y muchas ganas de vivir. Sus cabellos rubios brillan más que nunca esta mañana, iluminados por los rubios rayos del sol. Es mi primer día de trabajo desde que recibió la promoción. Sabe que, entre los compañeros, hay gente herida; personas que se consideran con más derecho a ocupar el cargo que le confiaron a ella. Está feliz, pero una nube de temor aparece en su cielo azul: le preocupa la posibilidad de que sus compañeros no acepten a una persona tan joven como jefe.
Salomón también era joven cuando Dios le confió un cargo de mucha responsabilidad: su misión sería administrar justicia entre los hijos de Israel. El joven rey, como Lucía hoy, vio también una nube de temor que intentaba nublar su cielo azul. ¿Qué hizo entonces? Fue al Señor en oración, y le suplicó: Da pues a tu siervo corazón entendido”.
La expresión “corazón entendido” en hebreo es Jokmaj, que literalmente lignifica equilibrio, sabiduría, sentido común. Podría ser definido como la capacidad de ser justo y hacer felices a las personas.
Todos los días, en todos los lugares, estamos siendo cartas abiertas y leídas por quienes nos rodean. Nadie es una isla; no es posible esconderse ni omitirse.
La responsabilidad que Dios te confió, mediante la decisión de seres humanos, es la oportunidad que te brinda de hacer felices a las personas que te rodean.
Si permites que el orgullo y la soberbia se apoderen de tu corazón, cometerás errores crasos. Pensarás que, porque eres jefe, no puedes equivocarte; querrás tener siempre la razón. ¡Mentira! No eres más que un simple ser humano: más observado, más criticado y más condenado, tal vez; pero un ser humano, y nada más.
Hay gente que considera que no se debe confiar grandes responsabilidades a los jóvenes. ¿Por qué no? Ser joven no es un defecto: defecto es permitir que la soberbia te haga pensar que de repente lo sabes todo.
Haz como Salomón: ve a Dios, y confiésale tus temores. Dile que necesitas de un corazón entendido para llevar al pueblo que tienes bajo tu responsabilidad a su destino glorioso.
No partas hoy, para el cumplimiento de tus deberes diarios, sin elevar la oración del sabio: “Da pues a tu siervo, corazón entendido para juzgar a tu pueblo y para discernir entre lo bueno y lo malo, porque ¿quién podrá gobernar este pueblo tan grande?”
Que Dios te bendiga,
Enero, 21 2011
Dios te eres bueno, lleno de amor, como pagarte lo que tanto tu hace por mi, perdona mis iniquidades, perdona mis malo pensamiento ayudame hacerte fiel mas alla de la muerte en el nombre de Jesus, Dios te amo
Gracias Señor, eres maravilloso, gracias mi Dios y te pido corazon entendido Señor, me humillo delante de tu presencia para servirte con amor, eres bueno grande , majestuoso, que Dios los bendiga mis hermanos.
Hermosa relexión, de nuestro padre celestial, nuestro Señor JESUS, nos enseñó que nadie puede servir a dos amos y quedar bien, lo mismo pasa cuando el cristiano se aferra a puestos de liderazgaos para servir al mundo y descuida el negocio de Dios, que es ganar almas para cristo, – si normalmente por nuestro trabajo cotidiano, y las necesidades de la sobrevivencia, no atendemos al 100 % las cosas de Dios menos si tenemos puestos altos donde mas de 12 horas se tiene que atender el publico no c reyente.- Recordemos que el apostol Pablo trabajaba medio tiempo haciendo casas con los Griegos para no ser una carga para los hermanos, pero era solo medio tiempo y no era un trabajo de alto puesto.- El mejor patron es nuestro padre Jehová, la meta y el blanco a seguir es el Reino de los cielos, porque de que le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma.
El mejor negocio es predicar el evangelio a toda criatura, y al que acepte a Cristo como salvador bautizarlo en el nOmbre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo ¡AMEN!
Saludos del istmo de Tehuantepec, México.
Dios te bendiga, ¿cómo sería posible agradecer a Nuestro Señor Jehová por tantos consejos que encontramos en su Bendita Palabra?, no solo te ayudan a mejorar tu forma de vivir, y te permiten crecer espiritualmente, además de guiarnos para evitar todo obstaculo que el enemigo deja para ver en que momento nos distrae del Señor, doy infinitas gracias a Dios porque hoy hablo a mi ser, Dios bendiga abundantemente este ministerio y les permita alcanzar muchas bendiciones más, y les permita llegar a aquellas personas que necesitan conocer a Jesucristo para honra y gloria del Señor Dios y Padre de Nuestro Señor Jesus.
Amén
Gracias por la Palabra de Dios.