Un adelanto del cielo
Ocurrió durante un mes de voluntariado en las vacaciones de verano. Cuando llegamos a Nairobi (Kenya) nos preguntábamos cómo nosotros, inexpertos universitarios, podríamos ayudar en aquella África sucia, polvorienta y calurosa.Quizá arreglando tejados…, pero no teníamos experiencia en construcción.Quizá pintando un colegio… pero no sabíamos de pintura. Lo que sí teníamos claro era nuestra intención de darnos totalmente a los demás. Sin embargo, recibiríamos mucho más de lo que logramos dar: tuvimos la suerte de entrar en contacto con el Tercer Mundo, a través de un alojamiento para niños moribundos de las Hermanas de la Caridad en Nairobi.
Todos entramos en aquella casucha, un tugurio sin muebles, con poca luz. Contrastaban las hamacas llenas de niños enfermos y lloriqueando con los limpísimos trajes talares blancos y azules de las Hermanas de la Caridad, que rebosaban alegría. Yo me quedé bloqueado, en mitad de la habitación. Nunca había visto nada así. Mis compañeros universitarios se esparcieron por las estancias, siguiendo a distintas monjas, que requerían su asistencia.
Una hermana me preguntó en inglés:- ¿Has venido a mirar o quieres ayudar? Sorprendido por tan directa pregunta y en estado de sopor, balbucié:- A ayudar…- ¿Ves a ese niño de allí, el del fondo que llora? Lloraba desconsoladamente, pero sin fuerza.- Sí, ése (le dije señalándolo).- Bien: tómalo con cuidado y tráelo. Lo bautizamos ayer.Lo noté con una fiebre altísima. El niño tendría un par de años.- Ahora tómalo y dale todo el amor que puedas…- No entiendo… – me excusé- Que le des todo el cariño de que seas capaz, a tu manera… -Y me dejó con el niño. Le canté, lo besé, lo arrullé… dejó de llorar, me sonrió, se durmió… Al cabo de un rato busqué llorando a la hermana:-Hermana: no respira…La monja certificó su muerte:- Ha muerto en tus brazos… Y tú le has adelantado quince minutos con tu cariño el amor que Dios le va a dar por toda la eternidad. Entonces entendí tantas cosas: el cielo, el amor de mis padres, el amor de Jesús, los detalles de afecto de mis amigos…: mi viaje a Kenya supuso un antes y un después en mi vida.
Ahora sé que todos tenemos “kenyas” a nuestro alrededor para dar amor cada día. –Mas bienaventurado es dar que recibir (Hechos 20:35). El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad (Efesios 4:28).
Felicidades, me da muchisimo gusto encontar esta seccion de reflexiones ccristianas por ciero muy enriquecedoras, pues alimentan nuestras almas, nos ayuden a ver la realidad y sobre todo acercarnos más aDios.
A todos los que hacen posble esta pagina Dios les de abundantes bendiciones.
DIOS LOS LLENE DE BENDICIONES,PUES SUS REFLEXIONES QUE DIA A DIA RECIBO SON UN OASIS EN MEDIO DE TODO LO QUE ESTAMOS VIVIENDO,CASI NUNCA MANDO UN COMENTARIO ME ENGOLOSINO LEYENDO Y LES PIDO DISCULPAS POR SER A VECES TAN EGOISTA, ESTO ES DE GRAN AYUDA PARA MI GRACIAS POR EL TIEMPO QUE TIENEN MANDANDOME CORREOS. EL SEÑOR ESTA CONTENTO.
que hermosa reflexion me lleno de amor gracias espero compartir el amor que tengo en mi corazon con los demas dios me ayude para hacerlo dios los beniga
Gracias!! por las reflexiones que me envían, la verdad es que es un alimento muy reconfortante para mi alma y mi espíritu, que nuestro Padre Celestial siga iluminándoles en esta su obra e iluminando el camino de los lectores.
Que nuestras manos sean llenas con el AMOR del SEÑOR para los demás
estas reflexiones han sido de gran utilidad para mi, agradezco a Dios por la personas que se han dejado usar para publicarlas ¡que bendicion!