«Hacer las cosas en el momento oportuno»
(Natalicio de Domingo Faustino Sarmiento)
«Domingo Faustino Sarmiento… nació el 15 de febrero de 1811 en… San Juan [Argentina] —escribe el historiador argentino Felipe Pigna en su segundo tomo de Los mitos de la historia argentina—]. Allí el joven Domingo conoció al que sería el protagonista de su libro más importante: Facundo (Quiroga), quien tomó San Juan y gran parte de Cuyo….
»Sarmiento subtituló esta obra con la frase que sintetizaba su pensamiento: “Civilización y barbarie”… [convencido de] que el gran problema de la Argentina era el dilema entre la civilización y la barbarie. Como muchos pensadores de su época, entendía que la civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba en contacto con lo europeo, o sea lo que para ellos era el progreso. La barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso…. Este dilema, según él, sólo podía resolverse con el triunfo de la “civilización” sobre la “barbarie”….
»Así describía el autor su obra: “[He escrito] el Facundo… con el objeto de preparar la revolución y preparar los espíritus. Obra improvisada, llena por necesidad de inexactitudes… no tiene otra importancia que la de ser uno de los tantos medios tocados para ayudar a destruir a un gobierno absurdo y preparar el camino de otro nuevo”.»1
Fue durante su segundo exilio en Chile que Domingo Faustino Sarmiento, consciente de que el gobierno del caudillo de la Confederación Argentina Juan Manuel de Rosas buscaba su extradición para deshacerse de él, improvisó la publicación del Facundo. A fin de escribir una obra sobre el caudillaje argentino, había estado buscando datos biográficos de Facundo Quiroga, a quien consideraba el protagonista más característico. Pero, viéndose apremiado, abandonó ese proyecto y puso en práctica más bien su máxima de toda la vida: «Hacer las cosas en el momento oportuno; hacerlas mal, pero hacerlas».2
El primero de mayo de 1845 Sarmiento anunció en el periódico El Progreso de Santiago de Chile que «un interés del momento, premioso y urgente» lo había hecho «trazar rápidamente un cuadro que había creído podría presentar algún dia tan acabado como fuese posible», al juzgar necesario dar a conocer de una vez sus ideas «sacrificando toda pretensión literaria a la necesidad de atajar un mal que [podía] ser trascendental». Y fue así como a su obra clásica Facundo: Civilización y barbarie —traducida posteriormente al inglés, francés, italiano y alemán— Sarmiento la lanzó inicialmente a modo de folletines publicados paulatinamente en los meses de mayo y junio.3
Gracias a Dios, para atajar el mal trascendental del pecado que impedía que cultiváramos una relación con Él como nuestro Padre celestial, Él no optó por sacrificar su pretensión divina de salvarnos de esa condena, sino que optó más bien por sacrificar a su Hijo en nuestro lugar. Y como Dios nunca ha tenido que hacer las cosas mal ni a la ligera para lograr hacerlas «en el momento oportuno», envió a su Hijo Jesucristo al mundo en el día preciso que Él mismo había señalado.4
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net
1 | «Sarmiento entre su civilización y su barbarie», Adaptación para El Historiador de Felipe Pigna, Los mitos de la historia argentina 2 (Buenos Aires: Planeta, 2005) <https://www.elhistoriador.com.ar/sarmiento-entre-su-civilizacion-y-su-barbarie> En línea 21 septiembre 2022. |
2 | Augusto Belín Sarmiento, Sarmiento anecdótico (Buenos Aires: E. Tipográfico de David Soria, 1905), pp. 44-45. |
3 | Ibíd., pp. 45-46; Domingo Faustino Sarmiento, Facundo (Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho, 1977), pp. LIII-LIV. |
4 | Jn 1:29; 3:16; Ro 8:32; Gá 4:4 (PDT, TLA); Ef 5:2; Heb 9:14,26; 10:12-14; 11:17 |