«Cuando niña, fui violada»
Imagen por twicepix
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:
«Tengo veintinueve años…. Conocí a una señorita con quien entablé una muy buena amistad…. Decidí declararle mis sentimientos y pedirle si podría darme el honor de ser mi novia y esposa.
»Ella me contestó que le diera tiempo para pensarlo y buscar consejería. Pero al final de la conversación me dijo: “Cuando niña, fui víctima de una violación.”
»Eso me dejó sorprendido…. ¿Cómo puedo afrontar yo esta situación, y cómo podría ayudarla si su respuesta es: “Sí, acepto”?»
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimado amigo:
»… Fue muy prudente de parte de su novia revelarle de inmediato su secreto. Esperamos que eso sea indicio de que ella comprende perfectamente que no tiene culpa alguna por haber sido violada….
»Estamos de acuerdo en que buscar consejería para ella, para usted y para los dos juntos es necesario antes de que formalice sus planes para el futuro. Le recomendamos que busque con urgencia a alguien que tenga experiencia en tratar a víctimas de abuso sexual. Es probable que no haya razón alguna que impida que triunfe en su relación y su matrimonio, pero estará dañando su relación si no afronta este asunto antes de casarse….
»Usted quiere saber cómo puede ayudar a su novia si ella acepta su propuesta de matrimonio. Lo más importante que puede hacer es escuchar con compasión lo que ella tenga que decir acerca de lo ocurrido, si es que opta por hacerlo. Sin embargo, no le pida jamás que le dé más detalles que los que ella, por propia iniciativa, quiera contarle. Nunca, nunca, nunca sea usted quien comience a hablar sobre ese tema, sino escuche con compasión si lo hace ella, y esté dispuesto a consolarla.
»Su novia bien pudiera sentir más ansiedad de lo normal y sufrir del síndrome de estrés postraumático. Usted tiene que aceptar el hecho de que no podrá cambiar lo que ella siente con sólo tratar de convencerla. Tampoco podrá convencerla de que deje de sentir miedo. Así no funciona el cerebro….
»Memorice las palabras del Salmo 56, versículos 3 y 4: “Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?” Cuando su novia muestre ansiedad, no trate de razonar con ella. Cítele más bien ese pasaje bíblico con voz calmada y reconfortante. La Palabra de Dios, cuando se cita con amor y compasión, produce paz. Sin embargo, si ella alguna vez llegara a oponer resistencia a escuchar esas palabras, simplemente guarde silencio y pídale a Dios en oración que la consuele.»
Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 563.
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net