El «descubrimiento» de Machu Picchu (1a. parte)
Imagen por Alpstedt
(Víspera del Día del Santuario Histórico de Machu Picchu, Nueva Maravilla del Mundo)
«Machu picchu», que significa la «montaña vieja» en el idioma quechua, es hoy en día una de las grandes atracciones turísticas de Perú…. Sin embargo, hasta hace cien años este antiguo poblado incaico andino, una obra maestra de la arquitectura indígena, era un lugar casi desconocido para el mundo.» Así comienza el periodista español César Cervera su artículo acerca de Machu Picchu publicado en el Diario ABC en mayo de 2020.
Es que «nadie apreció de verdad el valor de “Machu picchu” [sino] hasta que un anglosajón reveló al mundo su ubicación e importancia. Hiram Bingham, profesor estadounidense con aire de aventurero, [lo descubrió] el 24 de julio de 1911, guiado por [el] sargento peruano [Fabián Carrasco] y un campesino llamado Melchor Arteaga, siguiendo la senda [de] otros aventureros que ya [lo] habían frecuentado.
»Dos familias de apellido español, los Recharte y los Álvarez, se encargaron de mostrarle la ubicación exacta del santuario, el cual dejó a Bingham muy impresionado. En los siguientes años el profesor encabezó las labores arqueológicas… y se encargó de dar a conocer a nivel mundial el descubrimiento a través de la Universidad de Yale y la National Geographic Society.
»Bingham, uno de los [hombres] en los que está inspirado el personaje de ficción Indiana Jones, falleció sin saber que lo que creía que se trataba de Vilcabamba, el último hogar de los incas de Manco Inca (la última resistencia contra los españoles), era en realidad una ciudad construida ya en el siglo XV, a más de 2.400 metros sobre el nivel del mar….
»A partir de 1913, “Machu picchu” dejó de ser un secreto y Hiram Bingham pasó a la historia como su descubridor oficial. No obstante, la verdadera aportación del estadounidense fue a nivel arqueológico y divulgativo —señala el periodista Cervera—. El lugar no era una novedad ni para los [pobladores] locales ni para un sinfín de aventureros. Las terrazas esculpidas, los edificios de granito y las paredes pulidas cubiertas por siglos de vegetación no estaban por descubrir; simplemente estaban por reconocer.
»Sólo una década antes, un agricultor peruano llamado Agustín Lizárraga dejó un graffiti en uno de los muros del templo del Sol con su nombre y el de sus compañeros de expedición. Al igual que Bingham, Lizárraga intentó divulgar a nivel internacional su descubrimiento, pero el agricultor [peruano], muy conocido en Cuzco, nunca logró la resonancia del [profesor] estadounidense. Lizárraga murió ahogado en el río Vilcanota en febrero de 1912.»1
Así como concluye Cervera que el Santuario Histórico de Machu Picchu —elegido como una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno2— no estaba por descubrir sino simplemente por reconocer, tampoco Dios su Creador es simplemente un Dios maravilloso por descubrir sino un Señor soberano por reconocer. Pues no basta con que descubramos su evidente grandeza divina. Es necesario que a su Hijo Jesucristo, el Señor de toda la creación, lo conozcamos personalmente y lo reconozcamos no sólo como nuestro Salvador sino también como Señor de nuestra vida.3
Carlos Rey
Un Mensaje a la Conciencia
www.conciencia.net
1 | César Cervera, «El conquistador español que descubrió «Machu picchu» y el mundo borró de la historia durante cuatro siglos», ABC, Historia, 10 mayo 2020 <https://www.abc.es/historia/abci-conquistador-espanol-descubrio-machu- picchu-y-mundo-borro-historia-durante-cuatro-siglos-202010050115_noticia.html> En línea 28 enero 2022. |
2 | «New Seven Wonders of the World» [Nuevas Siete Maravillas del Mundo], Britannica <https://www.britannica.com/list/ new-seven-wonders-of-the-world> En línea 29 enero 2022. |
3 | Jn 1:3; Hch 4:12; Ro 10:9-10; 1Co 8:6; Fil 2:5-11; Col 1:13-23; 1Ti 2:3-6; 2Ti 1:10; 1Jn 4:14 |