TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”

Jesús los miró, y les dijo: «Eso es imposible para los hombres, pero para Dios todo es posible».

Mateo 19:26


Hay proezas que nos parecen sobrehumanas, cosas que solo Dios puede hacer. Sabemos que para Dios todo es posible. Por otra parte, nosotros nos debatimos diariamente con las imposibilidades de la humanidad. Quizá si atendiéramos más a Dios y a su Palabra haríamos más cosas que son imposibles para la humanidad.
Por ejemplo. En los Juegos Olímpicos realizados en Roma en 1960, una señorita negra de veinte años fue la primera mujer norteamericana que logró ganar tres meda­llas de oro. Bajó a once segundos el récord para la carrera de cien metros para damas. Luego venció a la notable estrella alemana Jutta Heine en los doscientos metros li­sos. Finalmente, salió vencedora en la carrera de relevos de cuatrocientos metros. Los europeos la aclamaron como la mejor deportista del año. En los Estados Unidos fue laureada como la mejor deportista del año.
Lo que pocas personas supieron era que Wilma Rudolph se había convertido en campeona a pesar de grandes desventajas. Nació pesando apenas dos kilos y estuvo tan enferma que no pudo caminar sino hasta los cuatro años. Estuvo al borde de la muerte durante semanas a causa de la escarlatina y la neumonía. La enfermedad la dejó con una pierna paralizada. Los médicos de Nashville dijeron que posiblemente los masajes administrados durante años podrían devolverle el uso de la pierna.
La madre de Wilma le administró los masajes, decidida a lograr que su hija cami­nara. Al cabo de un año los médicos encontraron solo una leve mejoría.
Cuando la niña tenía seis años ya podía dar saltitos. Dos años después ya podía caminar con la ayuda de un bastón; y después de eso caminó valiéndose de un calzado especial. Pero Wilma siguió esforzándose. Y su madre continuó animándola. El resultado es un hecho his­tórico. No solo caminó, sino que también corrió. Llegó a ser la mejor corredora del mundo.
No todos los resultados son milagrosos. Pero todos podemos alcanzar lo que parece imposible, porque, como dice Pablo: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Todo, incluso ganar medallas olímpicas. Probemos a Dios con prudencia, sin presun­ción. Intentemos lo imposible, y Dios nos permitirá alcanzar siempre lo posible; pero muchas veces también lo imposible.
Lo malo es que a veces nosotros no nos portamos como quienes somos: hijos e hijas de Dios, con más posibilidades de las que nos imaginamos. Pide a Dios hoy que te ayude a confiar en Cristo. Pide que te dé la fe para intentarlo todo creyendo en Cristo, que te dará la victoria.

Que Dios te bendiga,

Agosto, 29 2009

Si tienes un pedido de oración envíalo a cieloestrellaazul@hotmail.com 

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