El Señor es la porción de mi herencia y de mi copa.

…herederos de Dios y coherederos con Cristo,

…porque todo es vuestro.

Mi amado es mío.

el Hijo de Dios…el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Entonces el Señor dijo a Aarón: No tendrás heredad en su tierra, ni tendrás posesión entre ellos; yo soy tu porción y tu herencia entre los hijos de Israel.

¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti, nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre.

Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.

Yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.

Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua.

Sal. 16:5   Ro. 8:17   I Co. 3:21   Cant. 2:16   Gal. 2:20   Num. 18:20   Sal. 73:25,26;  23:4   II Ti. 1:12   Sal. 63:1